La relación de Güell con Gaudí

En 1878, en la Exposición Universal de París, se presentó una vitrina, realizada por Gaudí por encargo del comerciante de guantes Esteve Comella, que fue galardonada con la medalla de plata. Eusebi Güell quedó impresionado al verla y, ya en Barcelona, pidió que le presentaran al autor de aquella maravilla, Gaudí.

La relación entre Antoni Gaudí y Eusebi Güell, que se inició entonces, no fue únicamente una relación entre un cliente y un arquitecto, sino que se convirtió en una relación de admiración mutua y de aficiones compartidas. Güell entendió el sentido de la arquitectura de Gaudí y le brindó la oportunidad de iniciar su trayectoria profesional, de desarrollar el talento y las cualidades artísticas que tenía.

Entre ambos se tejió una amistad que hizo posible la realización de una serie de proyectos arquitectónicos y artísticos llenos de innovaciones constructivas y de simbolismo creativo: el Parque Güell, la cripta de la iglesia de la Colonia Güell, etc.

El Palau Güell también se hizo realidad gracias a la confianza y la admiración que Eusebi Güell sentía por el talento de Antoni Gaudí.

Al final de sus vidas, Güell y Gaudí vivieron en el Parque Güell: Eusebi Güell en la masía de la entrada de la urbanización, aproximadamente desde 1910, año en que dejó el Palau Güell para trasladarse allí, y hasta 1918, año en que falleció. Antoni Gaudí compró una de las dos únicas casas que se llegaron a construir en el parque y vivió allí hasta que se trasladó a su obrador de la Sagrada Familia.

Güell-Gaudí, un proyecto común.

Elaborado por la Diputación de Barcelona en el año 2002 con motivo de la celebración del 150 aniversario del nacimiento de Gaudí.