La evolución de un genio
En la obra de Gaudí se pueden diferenciar, a grandes rasgos, dos etapas. La primera etapa, en que se inspiró en el arte oriental y en la corriente neogótica, tiene como principales obras el Palau Güell (primera obra importante de Gaudí), la Casa Vicens, la finca Güell de Pedralbes y el colegio de las Teresianas en Barcelona, y, fuera de Cataluña, el Capricho de Comillas (Cantabria), el Palacio Episcopal de Astorga (León) y la Casa de los Botines —también llamada casa Fernández y Andrés (León).
La segunda etapa, de madurez, coincide con la eclosión del modernismo en Cataluña, y representa la superación definitiva de cualquier referencia a los estilos historicistas y la consecución de una plástica y unas formas estructurales propias, lo que más tarde se conocería como estética gaudiniana. De esta época son la cripta de la Colonia Güell, la torre Bellesguard, el Park Güell, la Casa Batlló, la restauración de la catedral de Mallorca, la Casa Milà y la Sagrada Familia (última obra iniciada por el arquitecto y en la que se concentró en exclusiva a partir de 1918).